Libia es una gatita de 12 años a la que diagnosticaron de enfermedad renal crónica en estadio IRIS II. Cuando me llegó el caso, ya había estado hospitalizada en dos ocasiones por valores renales altos, vómitos e hiporexia.
En su veterinario le pusieron con cierta medicación para la hipertensión y con pienso renal. Libia no dejaba de perder masa muscular y la veían muy apagada, además el pienso no le motivaba y algunos días no quería comer.
Mediante estrategias nutricionales, hemos conseguido que Libia esté comiendo ingredientes naturales con una cantidad de proteína y fósforo adaptados a su enfermedad renal, y que irán variando a medida que ésta vaya avanzando, pero con una proteína de alto valor biológico (los piensos renales en su mayoría usan proteínas de muy bajas calidades, por lo que muchos gatos se encuentran totalmente desnutridos si esa es su única fuente de alimentación).
Sus niveles de creatinina y urea han bajado, no ha vuelto a ser hospitalizada y lo más importante en estos casos, su calidad de vida ha mejorado considerablemente ya que come con apetito , tiene más energía y según la propietaria se encuentra mucho más animada en el día a día.